miércoles, 5 de enero de 2011

Después de una fuerte oleada invernal y cuando todos estábamos esperando que la lluvia afectara la mejor Feria de América, un sol espectacular, el típico de las tardes Caleñas se apoderó de la ciudad durante los cinco días del certamen.

Antes de la Feria, se especulaba con la cancelación del evento, pero la lluvia amainó justo cuando empezó la rumba.
La cabalgata fue ordenada, la gente se divirtió mucho, la cantidad de equinos fue menor a la de años anteriores y la rumba se prendió alrededor de la autopista sur oriental y la avenida paso ancho, extendiéndose hasta los bares de la carrera 66 y la calle 9ª en el sur y las Ramblas frente a la Plaza de Toros. El lunar del evento fueron los enormes trancones que generó en el sector sur de la ciudad hasta altas horas de la noche.

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